Las autoridades de la comunidad indígena Bri Bri, considerada una de las más hostiles de Panamá, están exigiendo que se respeten sus derechos. El rey de la población autóctona en la provincia occidental de Bocas del Toro, que limita con Costa Rica, ha informado que la tala ilegal de sus bosques, la invasión de tierras, los cortes de caminos sin permiso y otros problemas ambientales son frecuentes en la zona.
Estos reclamos se expresaron en una reunión reciente con la viceministra de Ambiente, Diana Laguna, pero aún no se han encontrado soluciones concretas. Además, González ha denunciado que están construyendo una carretera dentro de la comunidad que no cuenta con los estudios adecuados de impacto ambiental, en áreas adyacentes al Parque Internacional La Amistad.
La viceministra de Ambiente, Diana Laguna, se ha comprometido a aumentar los patrullajes en el área para prevenir la deforestación y otras actividades que puedan dañar los recursos naturales de la zona, en coordinación con el Servicio Nacional de Fronteras. Además, a través de la Dirección Regional de Bocas del Toro y los guardaparques, se dará seguimiento a las solicitudes presentadas con el objetivo de contrarrestar los delitos ecológicos dentro del territorio indígena.
Laguna también ha instado a que se incrementen las capacitaciones con mujeres y líderes indígenas en el Centro de Desarrollo Sostenible y Ambiental, con el fin de abordar temas relacionados con el desarrollo sostenible comunitario, como la construcción de estufas ecológicas y huertos comunitarios, entre otros.
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