Pablo Rabczuk, oficial de Comercio de la FAO para América Latina y el Caribe, resaltó la relevancia de la región en la consecución de la seguridad alimentaria tanto a nivel local como global.
Como bloque, América Latin
a y el Caribe desempeñan un papel significativo en la producción de alimentos agrícolas y pesqueros, representando el 13% de la producción a nivel mundial. Adem
ás, son importantes actores en el comercio de estos productos, ya que contribuyen con el 17% del valor de las exportaciones mundiales.
En la actualidad, se exporta el 41.6% de la producción regional, lo que resulta en un superávit agroalimentario anual de más de 174 mil millones de dólares.
De acuerdo con información proporcionada por la Cepal, se proyectaba un aumento del 16% en el valor de las exportaciones totales de bienes generales en Centroamérica durante el año pasado, mientras que las importaciones se estimaban en un crecimiento del 31%.
La región presenta una diversidad de situaciones en cada uno de sus países, y tanto los países del bloque de SICA (Sistema de Integración Centroamericana) como los del Caribe se caracterizan por ser importadores netos de alimentos y tener una escasa presencia como exportadores.
Pablo Rabczuk destaca que la
agricultura continúa siendo un sector fundamental en las economías de los países del SICA, que incluye Centroamérica y la República Dominicana. Este sector representa aproximadamente el 7% del Producto Interno Bruto (PIB) regional y genera una quinta parte de los empleos. Alrededor del 50% de las exportaciones totales de la región del SICA hacia el mundo consisten en productos agroalimentarios.
Pablo Rabczuk señaló que, aunque se ha observado una disminución en los precios internacionales de algunos alimentos, esta reducción no se refleja de manera inmediata en América Latina y la inflación continúa ejerciendo presión sobre la seguridad agroalimentaria.
En el mes de abril, el índice de referencia de los precios internacionales de los productos alimenticios experimentó su primera subida en un año, impulsada por el aumento de los precios mundiales del azúcar, la carne y el arroz. En promedio, los precios aumentaron un 0.6% en comparación con marzo de este año, y aún se sitúan un 5.2% por encima del índice de abril de 2021.
El índice de precios del azúcar registró un incremento del 17.6%, mientras que el de la carne experim
entó un aumento del 1.3% en tan solo un mes. Por otro lado, los índices de precios de otras categorías importantes de productos alimenticios, excepto el arroz, continuaron mostrando una tendencia a la baja.
El índice de precios de cereales de la FAO ha experimentado una disminución del 1.7% desde el mes de marzo. Los precios internacionales del trigo han descendido un 2.3%, mientras que los del maíz han caído un 3.2%.
Máximo Torero, economista jefe de la FAO, enfatizó la importancia de monitorear de cerca la evolución de los p
recios y las razones detrás de su aumento. Conforme las economías se recuperan de importantes desaceleraciones, se espera un aumento en la demanda, lo que generará presión al alza en los precios de los alimentos.
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