En Panamá, los jóvenes están enfrentando una triste realidad: el desempleo en el rango de edad de 18 a 25 años supera el 20%, y es un tema que necesita ser abordado como una emergencia nacional. Uno de los problemas es que los empleadores del sector privado, incluyendo multinacionales, se quejan de las habilidades limitadas de incluso aquellos que están en universidades locales.
El economista Carlos Araúz discutió este tema en Conexión Financiera y señaló que muchos recién graduados de la escuela secundaria necesitan trabajar para cubrir sus gastos personales o de colegiatura académica. Por un lado, el Código de Trabajo no contempla el trabajo parcial como una opción, mientras que, por otro lado, la pandemia de la Covid-19 ha eliminado muchas pequeñas y medianas empresas que solían ofrecer empleo.
De acuerdo con Carlos Araúz, aunque ha habido avances importantes en los últimos dos años en Panamá, especialmente en el sector formal, estos no son suficientes. Los aumentos en las nóminas públicas han ocultado la difícil situación de los jóvenes panameños, quienes tienen pocas oportunidades de conseguir trabajo. Ahora, el siguiente paso es reconocer que el sector privado necesita trabajadores eficientes que contribuyan a la rentabilidad de la empresa desde el principio de su carrera.
Es fundamental que el sector privado brinde a los jóvenes su primera oportunidad laboral, en la que puedan desarrollar habilidades blandas, habilidades técnicas y de trabajo en equipo desde el primer día. Además, es importante que los jóvenes tengan un buen manejo del idioma inglés y de la informática, ya que esto les dará la oportunidad de tener pasantías profesionales en el sector privado.
Las pasantías con jóvenes capacitados en habilidades específicas y blandas pueden ayudar a aquellos que están buscando su primera experiencia profesional. Carlos Araúz enfatiza que la clave para acabar con el desempleo que afecta a los jóvenes radica en la colaboración entre diferentes actores.
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